Descubre por qué la bondad es esencial para tu verdadero bienestar

 

Descubre por qué la bondad es esencial para tu verdadero bienestar

En los últimos meses, hemos estado explorando las 4 primeras de las 16 Actitudes relacionadas con "Cómo pensamos", incluyendo La Humildad (en inglés), La Paciencia (en inglés), La Satisfacción y La Alegría. Ahora empezamos a explorar los siguientes 4 pasos relacionados con "Cómo actuamos", empezando este mes con la Bondad.

Introducción: La importancia de la bondad en nuestras vidas

Bondad. La propia palabra evoca una sensación cálida en el corazón. ¿Cómo puede una palabra significar tanto? No podemos subestimar la importancia que tiene la bondad en la vida humana. A menudo, una sonrisa o una palabra amable pueden marcar la diferencia. Practicar y saber recibir la bondad de los demás podría ser la clave para promover la felicidad en nuestras vidas y en las de los seres que nos rodean.

Además, no cuesta nada y la recompensa es inmensa.

“Se bondadoso siempre que sea posible. Siempre es posible.”

—SS el 14th Dalai Lama

La Fundación para el Desarrollo de la Compasión y la Sabiduría (FDCW) es una organización internacional sin ánimo de lucro cuya misión es promover la compasión y la sabiduría. FDCW ofrece recursos seculares, cursos y formación que exploran y desarrollan cualidades como la amabilidad, la paciencia y la valentía, esenciales para afrontar los retos del mundo que todos compartimos.

En este artículo exploraremos la bondad, qué significa, cómo nos puede ayudar y cómo podemos practicarla. También hablaremos de cómo a veces tenemos que ser firmes aun siendo bondadosos, de cómo superar obstáculos como la inseguridad, la distracción y los prejuicios. Descubrirás cómo la bondad puede mejorar nuestras relaciones, nuestra salud y ser un antídoto contra la depresión y la baja autoestima. Por último, compartiremos consejos sobre cultivar esta actitud en nuestra vida cotidiana.

La definición de la bondad: ¿Qué significa ser bondadoso?

La cualidad de ser generoso, servicial y preocuparse por los demás o un acto que demuestre esta cualidad.

Diccionario Cambridge

La bondad no es sólo ser generoso, servicial o atento. Se trata de combinar todas estas cualidades positivas. Cada uno de estos atributos puede utilizarse para distinguir distintos tipos de bondad:

Generosidad: ofrecer comida, dinero, hacer regalos materiales... La generosidad también puede expresarse dando y compartiendo tu sabiduría, como una madre enseña a su hijo. Cuando surgen de un sentimiento de preocupación genuina y compasión por los demás y van acompañados de la intención de hacer el bien, estos actos generosos son enormemente beneficiosos para los demás y para uno mismo: son una expresión de bondad.

Echar una mano: ayudar a los demás con un problema o a alcanzar un objetivo. Nuevamente, cuando las acciones son motivadas por un sentimiento de afecto, ser generoso con tu tiempo y ofrecer una mano amiga a los demás es una expresión de bondad

Cuidar: atender a las necesidades físicas y/o emocionales de otra persona. Ofrecer cuidados a alguien motivado por la compasión, es generoso (con tu tiempo) y al mismo tiempo proporciona ayuda práctica a otra persona, la combinación de ambas es una expresión de bondad.

"He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo les hiciste sentir".

—Maya Angelou, USA

No se puede hablar de bondad sin hacer referencia a la Madre Teresa, que se dedicó a promover el amor y la bondad..

"Aunque ahora es conocida en todo el mundo, sus acto de bondad se circunscribieron a una escala humana, de persona a persona. Decía: 'No se pueden hacer grandes cosas; sino cosas pequeñas con gran amor'. A un hombre le dijo: "Si no puedes alimentar a 100 personas, al menos alimenta a una". En otras ocasión, cuando alguien le preguntó cómo podía contribuir a la paz mundial, le respondió: "Ve a casa y ama a tu familia”..."
Las 16 Actitudes para una Vida con Sentido de Alison Murdoch y Dekyi Lee Oldershaw.

El papel de la bondad en la supervivencia de los seres vivos

No se puede exagerar la importancia de la bondad, ya que desempeña un papel crucial en la supervivencia de los seres vivos. Desde el momento en que venimos al mundo, dependemos de la bondad de los demás para cubrir nuestras necesidades básicas de comida techo y afecto. Esta dependencia de los demás continúa a lo largo de nuestra vida con innumerables personas que, con sus actos de bondad, contribuyen a nuestro bienestar .

La naturaleza ofrece numerosos ejemplos de la importancia de la bondad para la supervivencia y el bienestar de los seres vivos. Los animales demuestran a menudo altruismo, trabajando juntos para asegurar su supervivencia colectiva. Por ejemplo, se ha observado que los delfines ayudan a los miembros heridos de la manada, mientras que las hormigas colaboran para conseguir comida y proteger su colonia.

Estas expresiones de bondad que encontramos en la naturaleza demuestran que la compasión y la cooperación son esenciales para la prosperidad de los seres vivos. Difundir la bondad, ya sea a través de actos sencillos o complejos, marca una gran diferencia y puede ser una fuente de, inspirando para otros creando un efecto dominó que, en última instancia, contribuye a un mundo mejor.

La bondad es importante no sólo para el funcionamiento de la sociedad humana, sino también para nuestra salud mental y bienestar. Una sociedad que práctica la bondad verá cómo disminuyen los conflictos, se fortalecen las comunidades y aumentan la felicidad y el bienestar de todos. La bondad fomenta la comprensión, la colaboración y la confianza, que son vitales para una sociedad armoniosa.

Como decía la Madre Teresa: "Si no puedes alimentar a 100 personas, alimenta sólo a una". Un pequeño acto de bondad puede crear un efecto dominó, animando a otros y marcando una enorme diferencia en la vida de muchos. Practicando la bondad en nuestra vida cotidiana, podemos contribuir a un mundo más compasivo y gozar de un mayor bienestar.

Cómo practicar la bondad más allá de la barrera de nuestro confort:

Practicar la bondad, sobre todo más allá de nuestra zona de confort, es un acto de generosidad que tiene un poder transformador y puede marcar una gran diferencia en nuestras vidas y en las de los demás. Se trata de extender nuestra bondad, no sólo hacia aquellos por los que sentimos afecto de forma natural, sino también hacia aquellos que presentan un reto o que no nos corresponden. Para que la bondad tenga realmente un efecto poderoso, es esencial que se extienda a todas las personas con las que nos cruzamos en nuestra vida: desde amigos y familiares hasta extraños e incluso aquellos que nos hayan hecho daño.

A menudo, nos resulta fácil ser amables con quienes nos caen bien y son amables con nosotros. Sin embargo, el verdadero crecimiento y el impacto positivo de la bondad se producen cuando extendemos esta actitud positiva más allá de nuestra zona de confort. Esto puede significar ser amable con alguien que es grosero, ayudar a alguien que no nos aprecia u ofrecer un regalo a alguien que nos ha rechazado. Es en estos momentos cuando los actos de bondad pueden ser más poderosos, promoviendo la comprensión, fomentando las relaciones y contribuyendo a un mundo más compasivo.

¿Cómo podemos conseguirlo? Un acto de bondad puede ser escuchar a alguien que tiene un mal día u ofrecer una palabra amable para animar a un amigo que pasa por un momento difícil. También podemos practicar la bondad en nuestra vida cotidiana al azar, ayudando a un vecino anciano con las tareas del jardín o echando una mano con las compras a un desconocido. Recuerda que a menudo son los actos más pequeños, como una sonrisa o una palabra amable, los que pueden dejar una profunda huella en el día de alguien.

El reto, sin embargo, es no dejar que nuestra propia inseguridad o baja autoestima inhiban nuestros actos de bondad. Practicar la bondad sin preferencias requiere que dejemos de lado los prejuicios y las distracciónes y que estemos presentes y atentos a las necesidades de los demás. Puede ser una tarea difícil, pero los beneficios para nuestra salud mental y nuestra autoestima hacen que el esfuerzo merezca la pena. La bondad no sólo nos hace sentir bien al liberar hormonas, sino que también tiene un impacto positivo en nuestros niveles de estrés y bienestar general. En resumen, practicar la bondad con todo el mundo, sin esperar nada a cambio, es un profundo acto de generosidad que enriquece nuestras vidas y las de quienes nos rodean.

Las múltiples caras de la bondad: Cómo puede ser firme y al mismo tiempo cariñosa

La bondad se asocia a menudo con la amabilidad, la calidez y la compasión. Sin embargo, es importante reconocer que la bondad también puede expresarse de otras formas que requieren firmeza o disciplina. De hecho, el cariño severo motivado por la bondad demuestra que nos preocupamos por alguien lo suficiente como para insistir en que de lo mejor de sí mismo.

Un ejemplo de este cariño severo son los profesores o entrenadores que empujan a sus alumnos a superarse. Aunque a veces puedan parecer estrictos o incluso duros, sus acciones están motivadas por un profundo deseo de que sus alumnos tengan éxito. Al fijar expectativas elevadas y responsabilizar a sus alumnos, les ayudan a desarrollar las habilidades y la resistencia necesarias para alcanzar sus objetivos.

Es importante señalar que el cariño severo no es lo mismo que la frialdad. La diferencia clave es la intención y la actitud. El cariño severo se basa en el deseo de ayudar a los demás a crecer y desarrollarse, mientras que la falta de amabilidad está motivada por la negatividad, el resentimiento o el deseo de controlar. Por ello, es crucial mantener una actitud positiva y cariñosa, en lugar de una actitud crítica o de juicio.

Cómo superar la inseguridad, las distracciones y los juicios, los obstáculos a la bondad:

Aunque la bondad es una fuerza poderosa para influenciar nuestro comportamiento de forma positiva, hay muchos obstáculos que pueden interponerse en nuestra capacidad de mostrar bondad hacia los demás. Tres barreras comunes son la inseguridad, las distracciones y los juicios. Sin embargo, si identificamos estos obstáculos y trabajamos para superarlos, podremos descubrir los secretos del poder de la bondad para nuestro bienestar.

La inseguridad puede hacer más difícil practifcar la bondad, incluso con los amigos, ya que podemos estar inmersos en nuestras propias inquietudes, estrés y preocupaciones. Para superar esta barrera, es esencial practicar el autocuidado y la autocompasión. Si atendemos a nuestras necesidades en la vida cotidiana, nos tratamos con amabilidad y evitamos hablar negativamente de nosotros mismos, podemos crear un ciclo positivo de compasión que se extienda a quienes nos rodean.

La distracción también puede ser un obstáculo, ya que podemos estar demasiado ocupados o preocupados como para estar atentos a las necesidades de los demás. Para superar este obstáculo, es útil cultivar la atención plena y la presencia en la vida cotidiana. Si nos mantenemos presentes y atentos a lo que nos rodea, podremos reconocer las oportunidades para practicar la bondad y actuar en consecuencia.

Por último, el juicio puede suponer un obstáculo, ya que nos apresuramos a juzgar o criticar a los demás en lugar de mostrar compasión. Para superarlo, es importante cultivar la empatía y la comprensión. Si nos ponemos en el lugar de los demás y nos esforzamos por comprender sus experiencias y puntos de vista, podremos mostrar bondad incluso en situaciones difíciles o en momentos complicados.

Los beneficios de bondad: Relaciones más estables y mayor bienestar

Cuando se habla de la importancia de la bondad para un mayor bienestar, uno de los beneficios más significativos es el impacto positivo que tiene en nuestras relaciones y nuestra salud. Derrochar amabilidad puede reducir los niveles de estrés y propiciar una vida familiar más armoniosa, amistades más profundas y una mejor salud física.

Las investigaciones demuestran que los actos de bondad pueden promover la liberación de oxitocina, una hormona que desempeña un papel fundamental en la creación de vínculos sociales y relaciones. Esta hormona del bienestar nos ayuda a sentirnos más conectados con los demás, lo que se traduce en relaciones más sólidas con los amigos y en interacciones más positivas.

La bondad también se ha relacionado con una mejor salud física, como la disminución de la presión arterial, la reducción de la inflamación y la mejora del sistema inmunitario. Es probable que esto se deba en parte a sus efectos reductores del estrés, así como a su capacidad para fomentar emociones positivas y una visión más optimista de la vida.

Existen innumerables historias de personas que han experimentado por si mismas los beneficios de la bondad. Desde la anciana que se emocionó hasta llorar por un gesto amable de un desconocido hasta la enferma de cáncer que se sintió animada por el apoyo de su comunidad, los actos de bondad pueden tener un profundo impacto en nuestras vidas y en nuestro bienestar..

La bondad como antídoto: Combatir la depresión y la baja autoestima

La bondad no sólo es una poderosa fuerza para el cambio positivo en el mundo, sino que también puede ser un antídoto eficaz contra la depresión y la baja autoestima. Al reforzar nuestras conexiones con los demás y fomentar las emociones positivas, la bondad puede ayudar a combatir los efectos negativos de los problemas de salud mental.

Las investigaciones demuestran que los actos de bondad pueden reducir los síntomas de depresión y ansiedad aumentando el bienestar; es probable que esto se deba en parte a las conexiones sociales y las emociones positivas que fomentan estos actos de bondad, así como a la capacidad de reducir el estrés y promover una visión más optimista de la vida.

Considera la posibilidad de realizar pequeños actos de bondad de forma regular para incorporar esta actitud en tu vida cotidiana y mejorar tu bienestar mental. Hacer voluntariado en tu comunidad, ofrecer un oído atento a un amigo que lo necesite o simplemente dedicar unos momentos a expresar gratitud por las personas que forman parte de nuestra vida son algunos ejemplos.

Habituarnos a sembrar la bondad: Aprendiendo de los demás y practicando

Para desvelar los secretos del papel que la bondad juega en nuestro verdadero bienestar, habituarnos a ella es un paso esencial. Una forma eficaz de aprender de las personas que la practican es observar sus acciones y actitudes hacia los demás. Prestando atención a cómo muestran compasión, amabilidad y empatía, podemos empezar a imitar su comportamiento y ampliar gradualmente nuestra capacidad de ser bondadosos.

Los ejercicios y las actividades prácticas también pueden ser útiles para practicar la bondad de forma regular. Ser voluntario en la comunidad, realizar actos de bondad al azar o simplemente hacer un esfuerzo por estar más presente y atento en nuestras interacciones con los demás son formas eficaces de cultivar la bondad como hábito.

Sin embargo, es importante recordar que adquirir el hábito de practicar la bondad requiere constancia y perseverancia. No basta con practicarla de vez en cuando, tenemos que convertirla en una parte habitual de nuestro día a día y de nuestras interacciones con los demás. Si damos prioridad a la bondad y hacemos un esfuerzo consciente por practicarla cada día, podemos crear un mundo más positivo y compasivo para nosotros y para quienes nos rodean.

Conclusión: El camino hacia el verdadero bienestar a través de practicar la bondad en nuestra vida cotidiana

En conclusión, desvelar los secretos de la bondad para un bienestar duradero es un viaje que empieza por reconocer su poder para crear un cambio positivo en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea. Mostrando un simple acto de bondad hacia los demás, podemos fortalecer nuestras relaciones, mejorar nuestra salud mental y física y cultivar un mundo más positivo y compasivo.

Para incorporar esta actitud en nuestro día a día, podemos empezar por observar a las personas que la practican y aprender de ellas, practicar actos de bondad con regularidad y convertirlos en un hábito mediante la constancia y la perseverancia. Ya sea como voluntarios en la comunidad, escuchando a un amigo necesitado o simplemente expresando gratitud por las personas que nos rodean, los pequeños actos de bondad pueden tener un impacto significativo en nuestro propio bienestar y en el de los demás.

Deberíamos aceptar la importancia de la bondad y convertirla en una parte habitual de lo cotidiano. Como organización sin ánimo de lucro dedicada a promover la compasión y la sabiduría, FDCW ofrece una gran cantidad de recursos y programas para ayudar a las personas a cultivar la bondad y la compasión en sus vidas. Trabajando juntos para crear un mundo más positivo y compasivo, todos podemos experimentar los numerosos beneficios de la bondad y descubrir los secretos de un bienestar duradero y profundo.


Interesad@ en las 16 Actitudes?

¿Te interesa saber más sobre las 16 Actitudes?
Si es así te invitamos a explorar Las 16 Actitudes para una vida con sentido de Alison Murdoch and Dekyi-Lee Oldershaw.

Esta edición del  libro fue publicada por primera vez  en 2009 y ahora está disponible en versión digital. Desde su publicación,  el libro de las 16 Actitudes ha inspirado una gran cantidad de proyectos en todo el mundo, en escuelas, institutos, negocios, centros de rehabilitación y prisiones por citar algunos ejemplos.

El  libro contiene una introducción completa a las 16 Actitudes y los 4 temas de Sabiduría, con  presentaciones que invitan a  pensar, modelos de role y reflexiones guiadas.

Es el compañero ideal para cualquiera con un interés genuino en valores humanos  universales como los representados por las 16 Actitudes. La descarga incluye las tarjetas.


 
 

La Fundacion para el Desarrollo de la Compasión y la Sabiduría (FDCW)

En la FDCW nos  comprometemos con un mundo más compasivo y sabio. Proporcionamos recursos, cursos y formación para desarrollar cualidades como la bondad, la paciencia y la valentía, esenciales para afrontar los retos del mundo que todos compartimos.

La Fundación para el Desarrollo de la Compasión y la Sabiduría (FDCW) se creó en 2005 como organización benéfica global con sede en Londres. Desde entonces, hemos impartido formación, programas y recursos en muchos sectores de la sociedad: escuelas, universidades, hospicios, centros de trabajo, asistencia sanitaria, grupos de jóvenes y centros comunitarios. Nuestros cursos han llegado a miles de personas de todo el mundo a través de nuestra red, cada vez más amplia y comprometida de facilitadores en más de 20 países.

Colabora

Somos una organización sin ánimo de lucro y dependemos de donaciones como la tuya para seguir creando recursos y organizando eventos que promueven la compasion  y la sabiduría. Puedes apoyarnos compartiendo nuestro boletín, siguiéndonos en las redes sociales y haciendo una donación.

Cada contribución, grande o pequeña, nos ayuda a continuar nuestro trabajo .

!!Gracias por tu generosidad!!

 
communications FDCW